Esto no es un cuadro... sino ¡un fotograma!
"Santiago, un viejo pescador cubano, ya no tiene suerte. Después de ochenta y cuatro días sin una sola captura, abandona a su joven amigo Manolín, la única persona que todavía cree en él, y decide hacerse a la mar para encontrar el gran pez que le devolverá la confianza y el respeto de sus compañeros..."
Si la perfección existiera, este corto sería uno de los pocos que recibieran el ansiado calificativo. Más de dos años invirtió el artista ruso Petrov en su obra "El Viejo y el Mar" [1ª parte] [2ª parte], basado en la novela de Ernest Hemingway. La forma de realizar el corto consiste en pintar al óleo sobre cristal, así unas veintinueve mil (29.000) veces, dando como resultado una obra de arte de la pintura, en movimiento. Este trabajón (dícese del trabajo de chinos) se pudo ver en los cines IMAX, en los cuatro ± que hay en todo el mundo; de hecho este corto es una coproducción con Canadá, que es el país creador de este gigantesco formato (70mm en horizontal). Además ha sido la primera película IMAX premiada con un Oscar (Mejor Corto de Animación en el año 2000).
Aleksandr Petrov (no confundir con el ajedrecista) empezó en la industria del cine como director artístico. Su primer filme como director fue el cortometraje "Cow" (1989), realizado en oleo, pintando con pinceles y con sus propias manos, igual que sus posteriores trabajos. "The Dream of a Ridiculous Man" (1992) está basado en un relato de Dostoyevsky("Crimen y Castigo"). "The Mermaid" (1997). "The Old Man and the Sea" (1999). "My Love" (2006). Pero también ha realizado algún que otro anuncio publicitario, como el entrañable spot de Coca-Cola.
By Fran Estévez
Este artículo fue publicado primero en el blog colectivo
El Zoom Erótico.
[Altar del cortometraje]
1 comentario:
El Viejo y el mar, menuda obra maestra!
Publicar un comentario